LA INMIGRACIÓN O ENTRE DON QUIJOTE Y SANCHO

Las 15:00 de la tarde de un día laboral cualquiera. Salen los estudiantes de Bachillerato de sus aulas. Una conversación de pasillo:

  • Profe, ¿a que me compras una papeleta? Es para irme a Perú este verano, a un campo de trabajo.
  • Llegas tarde, amiga, ¡ya me han “saqueado” en la ESO con el mismo propósito hace un par de días!

El bolsillo se queda llorando, pero una no puede por menos que sonreír al pensar que hay jóvenes que dedicarán parte de su verano en favor de otros. La cabeza se me va a mis años en la Universidad, a aquel trabajo que presentamos en un Congreso sobre Solidaridad y Ciudadanía en el que nos planteábamos si la solidaridad, -como las bicicletas-, son solo para el verano; y si existía alguna relación entre ambos conceptos.

Descubrimos, no sin sorpresa, como la palabra solidaridad tiene una doble acepción: puede referirse tanto a la “adhesión circunstancial a la causa de otro” como a un compromiso sólido1, por entero, entre las personas. Y que, el ámbito donde entroncan el ejercicio de derechos y deberes propios -ciudadanía-, con el ejercicio de los derechos y deberes ajenos -solidaridad-, no es otro que LA PERSONA, como bien se conoce en el campo de la Antropología Filosófica.

Hasta aquí lo heredado. Soy profesora de Secundaria y Bachillerato. Vivo en la ciudad de Cervantes y atravesamos un momento en el que la inmigración es algo candente y actual. ¿Qué hacer? Como docente de Geografía e Historia, el tema me alcanza de lleno. Miro la figura de Don Quijote que tengo en mi escritorio. Luego, le toca el turno a Sancho Panza. Pienso en lo que representa cada uno: sueños utópicos y la realidad más rotunda. ¿Con cuál me quedo? Después de darle vueltas al asunto decido que … ¡elijo a ambos! Ha nacido el proyecto.

Como toda criatura que estrena la vida, empieza siendo pequeño. Sus primeros pasos van de la mano de estudiantes de 3º ESO, que se convierten en reporteros por el mundo, al tener que contar noticias internacionales “rescatadas” de los informativos. El ejercicio se repite, – día tras otro, mes tras mes-, en los primeros 10’ de cada clase. Las paredes de las aulas se han hecho permeables al mundo que nos rodea y sus problemas.

A partir de la segunda evaluación, lo que hasta ahora era un ejercicio individual, se transforma en grupal. Esta vez tienen que seleccionar un lugar relacionado con la inmigración para investigar a fondo. Han de organizarse por continentes y trabajarlo de forma cooperativa. Sudán, Turquía, Siria, México, Ceuta y Melilla, Marruecos, Sudáfrica, Venezuela e Italia son los elegidos. De cada uno de ellos se les pide exponer los hechos, analizar sus causas, explicar las consecuencias e interpretar imágenes. Todo ello ha de quedar plasmado en una presentación. No basta que el trabajo sea teórico. Deben desplegar dos propuestas prácticas que sean su aportación real al desafío de la inmigración. Para ello han de aprender de otros, buscando inspiración en distintas fuentes: desde la película documental de Muros de Pablo Iraburu y Migueltxo Molina, pasando por las iniciativas de gente hasta ahora en segunda fila, -como el carpintero italiano Franco Tuccio y las autoras del libro Mi nombre es Refugiado: Crónica de un exilio, entre otros-, hasta las palabras de Francisco en Lampedusa.

En el último trimestre se realiza la exposición oral de los trabajos, así como la defensa de las propuestas ideadas por cada grupo. Cada una de ellas debe incluir: objetivos, medios humanos y materiales necesarios para llevarla a cabo, documentación (cartas de solicitud al alcalde, al director del colegio, a los medios de comunicación… y cartas de agradecimiento); indicar cómo se va a llevar a cabo la difusión; teléfonos, emails y nombres de las personas de contacto de la ONG o institución con la que se quiera colaborar; planificación de las actividades con calendario y horarios añadiendo, finalmente, una previsión de costes y beneficios.

Tres son las vertientes en que se pueden clasificar las propuestas: concienciación, recaudación de fondos y toma de contacto directo con personas inmigrantes. El compromiso: que lo trabajado en el aula pudiera ver la luz en diferentes ámbitos y que la propuesta elegida por todos los participantes, se convirtiera en realidad.

Don Quijote y Sancho Panza cabalgando juntos a lomos de Rocinante y el rucio… (Continuará)

NOTA. El trabajo explicado en este artículo se realizó durante el curso 2016-17. En junio de 2018 se hizo la presentación a toda la Secundaria, tanto de lo hecho hasta el momento como de las propuestas de futuro para el curso que viene.

Carmen Martínez. Profesora de Secundaria

Colegio Alborada

1La palabra solidaridad se define por la RAE de la siguiente manera: (1) adhesión circunstancial a la causa o empresa de otros” (2) “Modo de derecho u obligación in solidum”, siendo ésta una locución que expresa “la facultad u obligación que, siendo común a dos o más personas, puede ejercerse o debe cumplirse por entero por cada una de ellas”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *