Cellograff en el colegio: Descubriendo el arte urbano.

El arte urbano es famosos por no conocer barreras y en ocasiones es asociado al vandalismo por sobrepasar la legalidad. Este género artístico genera amplios debates y no es un tema fácil de abordar en los centros educativos, por ello las novedosas iniciativas de artistas como Astro y Kanos, que exploran otras formas de arte urbano, facilitan la acogida de este tipo de obras y posibilitan que abordemos este fascinante género también desde el ámbito académico.


Estos dos artistas franceses son pioneros en lo que ellos denominan “Cellograff”, técnica que consiste en fabricar tu propio lienzo extendiendo unas bandas de plástico de embalar alrededor de algún elemento que sirva de anclaje, como por ejemplo dos postes, para posteriormente pintar el graffiti sobre dicho plástico. Esto permite dar rienda suelta a la creatividad alterando el entorno únicamente de manera efímera, preservando los bienes urbanos y sin dejar una huella permanente.


El pasado 20 de diciembre, con las niñas de 2º de la ESO , hemos tomado prestada su técnica para realizar un Mega-Belén en el patio del colegio, donde podíamos encontrar a los Reyes Magos y a los pastores recorriendo nuestros diferentes senderos para llegar hasta al Nacimiento. Puede que lo más llamativo de la actividad sea contemplar el resultado, pero lo verdaderamente importante es lo que sucedió durante el desarrollo de la misma.


En este proyecto el arte es empleado como vehículo para que los alumnos expresen y participen de lo que saben de una manera multidisciplinar, ya que como destaca Andrea Giráldez, doctora en filosofía y ciencias de la educación, la experiencia artística en el centro educativo debe ser un espacio en el que las fronteras de las diversas disciplinas se diluyan. Se trata de pensar proyectivamente, poner en juego, ensayar múltiples iniciativas, dejarse fluir, compartir empatías individuales y colectivas, emocionarse con los pequeños logros que se van obteniendo y disfrutar conduciendo la marcha sobre el hacer.


Con la actividad propuesta se ha buscado promover un ambiente de aprendizaje favorable para el desarrollo de competencias generales, así como para contribuir a desarrollar diferentes aspectos como son la atención, que suma al proceso general, la voluntad y la intención y que agrega el interés como dimensión afectiva, y el pensamiento creativo, entendido como un incansable sistema de preguntas. Asimismo se ha buscado fomentar la producción colectiva mediante el trabajo cooperativo, ya que en el hacer con otros se capitalizan saberes y miradas diferentes.


Quiero hacer hincapié en este último punto ya que el aprendizaje cooperativo, sueño del pedagogo francés Célestin Freinet, ha sido pilar fundamental de la propuesta, ya que el proyecto está basado en la interacción de los alumnos, pretendiendo que desarrollen hábitos de trabajo en equipo, la solidaridad entre compañeras y que intervengan en su proceso de aprendizaje de una manera autónoma, transformándose en sujetos de la experiencia por su receptividad, su disponibilidad y su apertura, en pos de un aprendizaje significativo. Este enfoque pretende a su vez desterrar la tradicional estructura competitiva e individual, ya que el alumnado tiene mucho que aprender de si mismo si cada integrante colabora y comparte sus conocimientos para progresar juntos. Los alumnos no solo crecen porque el profesor enseña, sino porque cooperan entre sí enseñándose y ayudándose unos a otros. No se trata de hacer más y mejor que el resto de compañeros, sino de hacerlo lo mejor posible y aportar lo propio junto al trabajo de los otros para poder alcanzar un resultado común, ya que para alcanzar la excelencia no es preciso triunfar sobre los demás.


Por otro lado, mediante el aprendizaje cooperativo se ha pretendido fomentar una educación inclusiva, que más que un método es una forma de vivir relacionada con los valores de la aceptación de las diferencias y la tolerancia, ya que la educación no debería ser un instrumento homogeneizador, porque es en la diversidad donde se dan las mejores oportunidades para aprender.


En definitiva, la propuesta, más allá de convertir a los alumnos en grafiteros, persigue descubrirles un tipo de arte cercano pero desconocido, buscando estimular la motivación y el interés de los alumnos para así trabajar y desarrollar aspectos de manera transversal como son el pensamiento creativo, la cooperación y la inclusión. No olvidemos que en el arte urbano, y en el arte en general, se puede triunfar gracias a la técnica, pero los elementos fundamentales presentes en toda obra son la creatividad y la ilusión.



Julia Sara Martínez de la Fuente.
Profesora de Plástica y Dibujo Técnico

Bibliografía:
GIRÁLDEZ, A. PIMENTEL. L., (2011) (coords.): «Educación artística, cultura y
ciudadanía». De la teoría a la práctica. Madrid, OEI

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