Entre los muchos exámenes que he corregido en mi vida, hubo uno de un alumno que me llamó especialmente la atención. En un momento determinado decía: “cuando voy a clase de Don… creo más en su asignatura, creo más en la vida”. No me extrañó la alusión a ese profesor, quien tenía una gran competencia profesional, una estupenda capacidad de hacer de su clase una tertulia, y una asombrosa paciencia con sus alumnos. Aquel “profe” sabía de lo suyo, y sabía querer. Continuar leyendo «El colegio y la formación de las virtudes humanas»