Hace ya casi tres años, decidimos embarcarnos en la loca aventura de estudiar un doctorado… de juegos de mesa. Mi madre no me tomaba en serio y me preguntaba ¿cómo vas a estudiar eso? Pues, ¿qué hay más serio que el juego?
¿Por qué el juego de mesa moderno? Porque como aficionados “jugones de ellos”, podemos apreciar el potencial pedagógico que tiene, pero no hay suficiente literatura científica como para poder defender el uso del mismo, sin que parezca una de tantas tendencias que pueden aparecer en la educación sin una base científica que lo fundamente.
Así que contactamos con el grupo NeuroPGA de la universidad de Lleida, ya que son un grupo de investigación que tratan de dar el enfoque que buscamos a nuestras inquietudes.. Les trasladamos nuestras propuestas de investigación y comenzamos nuestro viaje.
Con mucha ilusión, la de poder demostrar que a través del juego de mesa moderno, podemos mejorar la educación.
Nuestras líneas de estudio tratan temas distintos, por un lado la relación de los juegos de mesa con la alta capacidad intelectual y por otra, la de la mejora de la convivencia.
En el estudio de Raúl, busca conocer si existe una relación directa entre ciertos factores de la inteligencia y la facilidad o no de ganar a juegos de mesa. Hipotetizamos que las personas con mayores destrezas cognitivas tendrán siempre una cierta puntuación elevada o facilidad para ganar a otros jugadores poniendo en juego sus habilidades.
Después de los primeros resultados, parece que la ejecución en la primera partida ya se asocia a determinados factores de la inteligencia. Estos datos abren la puerta para utilizar los juegos de mesa modernos como herramienta de evaluación o cribado. Si bien, en primera instancia, algunos de los juegos inicialmente seleccionados no se encontró relación directa con aquellos ámbitos cognitivos, bien por el alto azar o bien por su curva de aprendizaje, seguiremos buscando los más apropiados, ya que muchos fueron los propuestos para el estudio pero pocos los que se han probado.
En el de Juan Antonio trata de demostrar que un programa de intervención basado en el juego de mesa, puede hacer mejorar la inteligencia emocional. Para ello sae realizan unos cuestionarios iniciales para evaluar la inteligencia emocional rasgo y la autoestima, y vuelve a evaluarse tras el programa.
El programa consiste en 10 sesiones que se desarrollan con la siguiente metodología: una parte inicial, en la que se presenta el constructo psicológico sobre el que se desarrolla la sesión, el juego, el cuál aprenden a jugar y ponen en práctica y el cierre, en el que se reflexiona sobre cómo el juego presentado nos ha hecho tomar conciencia de ese aspecto.
Los resultados obtenidos hasta el momento nos hacen plantear hipótesis optimistas sobre las propuestas planteadas. Todavía queda mucho que investigar, somos conscientes, que esto no ha hecho más que empezar.
Juan Antonio Sánchez
Orientador Escolar
Raúl Miranda
Profesor de la ESO
Colegio Alborada