El estuche que guarda la joya

Hablar de estuches en casa y en la escuela es de lo más normal. Estuches con lo necesario para que los alumnos trabajen: lapiceros y bolígrafos, pinturas, rotuladores, gomas de borrar y sacapuntas. Los niños guardan sus materiales en ellos para no perderlos, tenerlos listos al día siguiente y seguir aprendiendo. Para protegerlos, guardamos en cofres los tesoros, en cajas fuertes los objetos de valor, en archivos de seguridad los datos sensibles y en estuches las joyas de diamantes.

Hay mucho de protección, mimo y cuidado, en todo lo que hacemos en el colegio desde gerencia, desde las secretarías académica y de servicios, desde los equipos de mantenimiento y de limpieza, desde el departamento de IT o desde enfermería. Todo el personal de administración y servicios vela a diario para que los alumnos, padres y profesores estén seguros y felices en el colegio, para que crezcan juntos, para que toda la comunidad educativa construya un mejor mañana.

Protegemos datos, custodiamos expedientes, resolvemos dudas, allanamos dificultades, solucionamos imprevistos, mantenemos el sistema de calefacción, reparamos desperfectos, instalamos licencias digitales, cuidamos el jardín y los patios, velamos por la salud e higiene de todos. Trabajamos con ilusión y empeño por sostener y cuidar la estructura administrativa y las instalaciones del centro educativo: nuestra primera preocupación es cada persona y todas sus necesidades. En el cuerpo de un colegio, administración y servicios son los pulmones, apenas notamos su función pero si falta el aire ¡nos ahogamos!.

Hemos acompañado a Pedro de 3 años en su proceso de admisión, nos hemos alegrado de que María, Miguel y sus hijos hayan dado la bienvenida a su hermano pequeño y pasado a ser familia numerosa, ayudamos a la madre de Martina a rellenar su primer parte de accidente escolar -nada serio- y tramitamos la solicitud de ayuda de comedor de los Martínez en la convocatoria de la Consejería de Educación. También disfrutamos entregando a Mateo su título de Bachillerato, comunicando a Sara que tiene un Diploma de Mención Honorífica en ESO otorgado por la Comunidad Autónoma y notificando a Andrea que la Fundación de la Red le ha concedido ayuda económica para cursar Bachillerato en su colegio por sus excelentes calificaciones.

En secretaría archivamos documentación académica – expedientes e historiales – altas de servicios, contratos, albaranes, pedidos, recibos y facturas. Somos los “guardianes” de la vida escolar de cada alumno, mimamos todo lo importante para su educación en un entorno cada vez más seguro y estamos siempre a su lado: informes de alergias e intolerancias, autorizaciones, celebraciones de cumpleaños, logros deportivos, éxitos en certámenes o concursos, juegos, risas, riñas… Somos el centro de operaciones – el pulmón- que bombea aire y soporte a toda la comunidad educativa. No todo es perfecto, ¡siempre hay margen de mejora con la ayuda de todos!, con empeño e ilusión por servir, por crecer juntos, por estar atentos a lo que cada uno necesita.

Durante la crisis sanitaria del COVID-19 nos hemos alegrado con la recuperación del padre de Tomás y Paula, hemos rezado por la abuela de Antón que ya está en el cielo junto con tantos abuelos de alumnos y antiguos alumnos, hemos ayudado a los Méndez a hacer frente a su situación económica tras el ERTE en la empresa de su padre y hemos salido adelante juntos -familia y colegio- del primer confinamiento domiciliario del siglo.

Para el estuche de administración y servicios – en los colegios de la Red Educativa Arenales- Nico, Carmen, Jesús, Anita y Sergio son diamantes únicos en el mundo por eso los guardamos como joyas.

Alicia Zaparaín

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